Villa Romana de la Butibamba

Villa Romana de la Butibamba

EVOLUCIÓN HISTÓRICO-CULTURAL DEL YACIMIENTO

Periodo Histórico Estructuras
 Bajo Imperio romano  Termas
 Época romana  Villa


Se encontraba situada muy cerca de la costa sobre un terreno llano, próximo al estuario que entonces existía en la actual desembocadura del arroyo de la Cala del Moral (Cala de Mijas). Se trata de una villa de mediados del siglo I que fue reutilizada y modificada en numerosas ocasiones durante más de 300 años.

Los movimientos de tierra ocasionados para la construcción de un edificio de apartamentos, motivaron el descubrimiento de los restos de esta villa romana, la cual fue excavada durante tres campañas en los años 1986, 1987 y 1989 y durante las mismas se delimitaron tres áreas principales: una urbana residencial y dos rústicas destinadas a actividades económicas. También se localizaron dos solerías de mosaicos en las habitaciones meridionales del patio norte correspondientes a la zona urbana, junto con dos habitaciones pertenecientes a unas termas, destacando principalmente uno de los mosaicos con una superficie de unos 50 m2.

La importancia de los restos localizados hizo que por parte de la administración autonómica se iniciase en 1986 el proceso para su declaración como Bien de Interés Cultural.

Tras su excavación, y a pesar de que la Junta de Andalucía estableció que la zona excavada, especialmente los mosaicos, quedara descubierta para su visita, todos los restos arqueológicos, a pesar de su gran importancia, quedaron cubiertos por la solería de la planta baja de dicho edificio de apartamentos, al parecer protegidos por una cubierta de arena, por lo que a día de hoy no es posible su visita ni tan siquiera su contemplación.

Al no existir ninguna publicación sobre los resultados de las excavaciones, no podemos efectuar una descripción concreta de esta villa, pero al seguir la mayor parte de las villas romanas conocidas en la costa malagueña un patrón de asentamiento y constructivo similares, hacemos una descripción genérica de las mismas.

Las villas romanas de la costa malagueña se asientan, en su gran mayoría, junto a la línea costera y junto a la desembocadura de un río o arroyo, y además tienen una similar estructura constructiva:

· Una zona residencial de cierto lujo (pars urbana) donde vivía el propietario de la finca, su familia y sus huéspedes y que contaba con todo tipo de comodidades.
· Una zona (pars rustica) destinada a la residencia de la mano de obra (libre o esclava) y del personal vinculado a la gestión de la explotación.
· Una zona productiva (pars frumentaria) donde tenían lugar las actividades de elaboración, conservación y almacenaje de la producción agrícola o pesquera destinada a la producción de alimentos y enseres, tanto para las necesidades del asentamiento como para su comercialización.

Los propietarios de estas villas, dentro de su mayor o menor poder económico, intentaban emular la forma de vida de las élites romanas y en la zona residencial de las villas no faltaban elementos como suelos de mosaicos de diversa temática (doméstica o mitológica), paredes de estuco, termas o baños, patios con estatuas, etc., mientras que en la zona productiva disponían de hornos para la producción cerámica, piletas para la fabricación de salazones de pescado como el garum, muy demando en Roma, etc.


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